Durante el desarrollo curricular del diplomado “Docentes, Jóvenes y Derechos Humanos en el Aula. Competencias para la vida... docente” pretendemos que “lo vivencial” nos acompañe minuto a minuto en el aula. Partimos del supuesto de que los derechos humanos deben estar presentes en la escuela en todo momento y desde luego, en las diferentes dimensiones de la vida cotidiana. Los derechos humanos deben ser como el aire que respiramos.
Para materializar nuestra pretensión hemos diseñado 6 “Cuadernos de Actividades y Reflexiones”, uno para cada módulo, con un conjunto de estrategias didácticas que faciliten el aprendizaje de los derechos humanos y permitan la reflexión personal. Una reflexión profunda en torno a las actitudes, los valores y los comportamientos personales en relación a los preceptos básicos de los derechos humanos desde el contexto de la vida cotidiana y del rol docente.
En cada sesión de trabajo en el aula pretendemos ir más allá de la cuestión cognoscitiva. ¡No pretendemos alojar los derechos humanos sólo en el cerebro o la conciencia! Reconocemos que no basta con saber algo o mucho de los derechos humanos para ejercerlos y respetarlos. Para entender el espíritu de los derechos humanos es necesario ahondar en su sentido y significado, relacionarlos con la afectividad, comprometerse con ellos, sentirlos nuestros y desde luego, ejercerlos y materializarlos a través de conductas y actitudes asertivas. Es claro que los derechos humanos están lejos de ser simples enunciados teóricos o principios ideales, más bien están impregnados de ideologías, de posturas políticas, de códigos éticos, de normatividad, y desde luego, de valores, de comportamientos y de actitudes que necesitan encarnar profundamente en cada persona. Los derechos humanos requieren vivir en el humano.
Del mismo modo que la amistad y el amor sólo existen cuando se practican, los derechos humanos necesitan ejercitarse, requieren de práctica, necesitan ser traducidos en actos, en conductas y en comportamientos. ¡Sólo cuando los derechos humanos se traducen en actos premeditados o en actos volitivos cobran plena vigencia! Esto es justamente lo que pretenden las estrategias didácticas de los mencionados Cuadernos, pasar del plano de los principios o enunciados ideales de los derechos humanos al plano de las realidades prácticas. Es decir, ¡Vivir los derechos humanos! Y tu, ¿cómo vives los derechos humanos?
A manera de Savater, "Vete reflexionando".
Como botón de muestra, imagina cómo realizar en grupo de trabajo de 5 integrantes esta estrategia didáctica. Si les pidieran una escultura de los derechos humanos, ¿cómo sería la creación? De manera más concreta, la dignidad humana es un aspecto clave en el contexto de los derechos humanos. ¿Es posible construir una escultura de la dignidad?, ¿cómo labrar o plasmar la dignidad en algún material?, ¿están imaginando una estatua o un relieve de la dignidad?, ¿cómo es?, ¿pueden compartirlo? Indudablemente que esta actividad va más allá de simplemente tomar el martillo, la gubia o el cincel, y manos a la obra. ¿Qué más necesitan para realizar esta actividad?